Dejemos ir al 2014, y demos la bienvenida al 2015.

Hay años que hago este balance escrito y otros que no. Vamos a ver que sale.

En este año que se está yendo tuve momentos tristes y felices... perdí a alguien muy importante en el comienzo, cerré una etapa que tenía pendiente cerrar a mitad de año, casi a finales mi vida cambió de una forma que no esperaba, y un día antes de que termine dí un paso enorme. Más o menos así podría describirlo.

Entre todas esas cosas que "marcaron" mi año, hubo de todo: risas, llantos, abrazos, encuentros, reencuentros... hice muy fuerte amistades que hace años me acompañan, traté de equilibrarme lo más que pude sentimentalmente e internamente, y me propuse avanzar, ser mejor persona, estar ahí cuando mi familia y amigos me necesiten, me propuse ser yo y dar lo mejor de mi todos los días.

No creo que todo me haya salido de 10, tengo muchas cosas por lograr y lo mejor está por venir. Decir que el 2014 fue un año "de mierda" sería una locura, porque por más cosas malas que hayan pasado (y muy malas) nunca estuve sola, y decir algo así sería un insulto a todas las personas que me acompañaron. Voy a decir que fue un año difícil pero que trajo sus cosas buenas, un año que se va para dejar 365 oportunidades más por vivir y aprovechar.

Brindemos mirando un 2015 lleno de esperanzas,

aunque vengan nubes siempre hay rayos de sol para iluminarnos.

¡Saludos y que lo pasen genial!

Twittear